Aquí y ahora

misterioso y equivoco mundo en el que andamos

domingo, 3 de mayo de 2009

Oscura mañana

Ella abriria sus ojos exactamente a las ocho, como todas las mañanas, estiraria por completo su precioso cuerpo, miraria hacia la ventana buscando ese ruiseñor, ese que la visita y le canta una cancion diferente cada dia, apoyado en las ramas de un eucaliptos alto y gordo, lleno de hojas perfumadas, ella le regalaria una sonrisa a modo de trueque, luego, con el esfuerzo propio que amerita abandonar aquel mundo de algodón y plumas en las que viajamos y amamos tan intensamente. Abriría la ventana para dejar entrar el exquisito aroma a los jazmines que habitan su jardin y que acompañan esa suave brisa que entra y le acaricia la frente desnuda, sin alcanzar a despeinarla. Solo después de degustar aquel aroma, cada flor y todos los arboles, en suspiros interminables, rodearía la cama buscando su ropa interior y alguna remera corta, que fuera cómoda para estar en la casa, para ir al baño y cepillar cada uno de sus dientes y lavarse con abundante agua fria.
Recién entonces abriría bien grandes aquellos ojos claros como el dia, para verse en el espejo, y sonreir hermosamente hacia ella misma, hacia su cuerpo entero, adorando su bella cabellera, y sus largas piernas aun desnudas que acaricia para comprobar que aun sean suaves como ninguna otra, luego levantaria la vista para encontrar nuevamente su rostro reflejado que mantiene aquella sonrisa, esa sonrisa tan hermosa y a la que tanto temo. Por que esa sonrisa así, tan bella e inocente como aparenta; esta cargada de engaños y mentiras, esa sonrisa esta motivada por mi, por nosotros, por todos los hombres a los que sedució, enamoró, y luego, después de promesas, sábanas y mas besos, condenó a este infierno adornado con camisas, fotos y calzones suyos.
Sonrie maliciosamente una vez mas antes de cruzar el dormitorio para llegar a la cocina, desayunar una taza de café, naranjas y pan con queso, mirar el gran reloj que adorna la pared de la sala para darse cuenta de que llega tarde, entonces deja la taza sucia en el lavaplatos, se enjuaga las manos, vuelve a cepillarse los dientes, toma las llaves, y se dirige a la calle, pero antes de cerrarla por fuera, vuelve a entrar, con el aire de alguien que ha olvidado alguna cosa, se dirije al dormitorio, abre la puerta de su enorme ropero, y, me mira a los ojos, se asegura que las sogas sujeten bien mis manos, y las de mis compañeros, toma su abrigo rojo y se marcha guiñandome un ojo.

4 comentarios:

  1. Manuel, busque tu blog desde mi perfil del facebook, soy Julieta Bustos. Me encanta como escribis, es un placer enorme poder leerte, estas despertando mis ganas de crear, antes me entusiasmaba, y se fue enfriando... Vas despertando mi motivacion dia a dia. Prometo enviarte algun escrito mio alguna vez, ojala mis palabras te toquen el alma, como las tuyas a mi. Con afecto sincero.
    Julieta.

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  2. uy.. que bueno juli!... la verdad.. que me alegro... y espero.. ya despues.. cuando este mas tranqui.. y mas armado.. te voy a contar un apr de cosas q tengo en mente para hacer algo con esas ganas

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  3. Empece algo, lo tengo q transcribir a la compu para mostrartelo. Espero te guste. Un beso. Juli

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  4. ahaaaaaaaaaaaaa si alguien me explicara como se hace para sacar esa cuestion de "aprobación de comentarios"
    no se como se hace!

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