Desesperada de amor, apagó el cigarrillo en el plato lleno de carozos de aceituna. Se puso la bufanda azul, y cruzó la puerta sin llevarse la llave, dejo atrás el calor de la siesta en verano, en Guemes, en su casa. Y caminó en el calor del verano, en la calle, en Guemes.
Cruzó las esquinas sin contarlas, y dobló a la derecha en Alvear, a la izquierda en el boulevard, y se subió a un colectivo. Salió a buscar a su amor, a la calle, a algún lado. El colectivero tenía los ojos azules, una gitana le dijo un díaa: “el amor de tu vida, tendrá los ojos azules” No, no estaba tan desesperada, se bajo en Maipú. Siguió caminando y se detuvo en una fuente. ¿Para que mierda traje la bufanda? Me olvidé las llaves. Miró hacia arriba: el cielo que esperaba gris, le devolvió azul enero, y la vieja que venia atrás la puteo de arriba a abajo, a ella y a todos los pendejos que no miran por donde van, q desconsideración. La verdad, q desconsideración, por qué no mira por dónde camina? Por qué se trajo la bufanda y se olvidó las llaves? Que me importan las llaves. Dejó la bufanda en un palo borracho y se apoyó en la ventana de aquel bar, todos viejos, dos hombres solos comiendo flan, ninguno tiene ojos azules, un chico entraba corriendo, se tropezaba con la mesa de los ancianos comiendo pastas y ensuciaba todo con tomate y carne molida. Un espectáculo mudo, el vidrio separa la calle de la escena. Al chico lo sacan a patadas, y a media cuadra se sonríe mientras cuenta los billetes y deja caer la billetera. El tampoco tenía los ojos azules. Mientras la vieja se limpiaba la pollera, el viejo puteaba al camarero, ojos marrones. Siguió su camino, atenta a los roses, a las sonrisas, a las camisas. Mangas cortas, rayada y el pelo corto, los ojos: negros. Una pendeja estira la mano, el remisero estaciona lejos, la chica corre, el remisero arranca, la chica lo putea, los demás se ríen.
Sigue caminando, le da un poco de risa que la pendeja rubia puteara tan bien, como será su amor? Le gustara decir malas palabras? será remisero? Le da risa estar buscando el amor en la calle, pero no se le ocurre otra cosa. En el banco blanco en frente del banco, un pibe se le acerca y le regala una flor. Vos sos mi amor? Pregunta ella sonriendo dulcemente, hermosamente como ella sonríe. No mi vida…le dice él devolviendo la sonrisa, mi amor está en casa, cuidando a mis seis hijos y esperando que le lleve algo para morfar, la flor vale cinco mangos, te puede servir para cuando encuentres a tu príncipe de ojos azules (si, ya sé, él vendedor de flores también lo dijo), si no tenés plata, tengo q seguir caminando, a ver si vendo algo, gracias flaca, q dios te bendiga. No andés sola por acá de noche, que no todos andan vendiendo flores ni buscando amores.
Sola de noche… ya era de noche, y el cielo estaba estrellado, nadie le decía q el cielo estaba estrellado, nadie le decía nada de las estrellas, nadie le escribía poemas.
Hoy tampoco nadie le diría q era mas bonita q una flor, o mas dulce q la miel, o mas hermosa que anyelí yolí.
Otro día, una flor. El premio consuelo, que rosa mas bella, en la parada del 48 está lleno de gente amada, prefiere caminar dos cuadras, sentir la frescura de la noche en la piel y viajar sentada. Le tocó el mismo colectivero, diez horas sentado, manejando, como le va bonita, le dice, ella sonríe, otro premio consuelo. Se bajó en el boulevard, dobló a la derecha en Alvear, caminó sin contar las calles hasta su casa, hasta la puerta de hierro verde, de vidrios multicolores… Era bastante linda, igual que el jardín, igual que Guemes.
Subió los escalones, giró el picaportes con cuidado, no quería hacer ruido, inevitable no hacer ruido, caminó por el pasillo, hacia la luz azulada, no era el azul de la noche de afuera, era el azul del televisor de adentro. Sentado en el sillón su esposo presiona el botón que cambia los canales para arriba (el de abajo ya esta gastado). Se acerca y apoya la flor en la mesa, se sienta a su lado…lo mira enamorada y espera el saludo de siempre.
“Hola amor, a donde habías ido? te olvidaste las llaves”. Tiene los ojos azules, no disminuye el ritmo con el que aprieta el botón. Sin contestar aún, ella se recuesta, y apoya la cabeza en sus piernas y espera su mano en su pelo… “a ningún lado amor, fui al centro, a buscar algo lindo”.
Aquí y ahora
misterioso y equivoco mundo en el que andamos
martes, 22 de junio de 2010
lunes, 21 de junio de 2010
Como para ir calentando
Ponga a hevir el arroz, con agua abundante, pero fijesé muy bien que no se le pase, por que el arroz tiende siempre a pasarse. No se descuide un segundo, no valla a sacar la basura, ni a limpiar el inodoro. No se le ocurra espiar el canal de la novela y por ningún motivo se aleje de la cocina, observe detenidamente como hierve el arroz, eduque sus ojos y los síntomas de ansiedad, tome asiento cerca de la ventana observe el patio, o la calle, (si no puede ver para ninguno de los dos lados... apague el arroz inmediatamente y haga un boquete en la pared de la cocina, o en el peor de los casos alejesé corriendo de su casa y no vuelva nunca mas)
Es un buen momento para tomar un mate o un jugo de naranjas que siempre es mejor
una media hora antes de comer, nunca después, por que el acido herrumbra los alimentos, piense en algo lindo, por las dudas. Por que uno anda a las corridas y apenas se distrajo y se la pasa el día sin dedicarle veinte minutos a pensar en algo lindo. Si puso la cantidad de agua exacta, el arroz estará justo antes de quemarse… de no ser así mejor suerte para la próxima, aléjelo del fuego, y apague la hornalla, condimente con sal aceite de oliva y un poco de manteca. córtese un tomatito en rodajas finitas y condiméntelo con orégano, sal y aceite de oliva, pueden venir bien unas nueces peladas o una zanahoria rallada, pero es mejor que si come zanahoria la ralle antes y la deje reposando un rato con sal así queda mas tierna y sabrosa, tómese un vaso de riquísima agua fresca antes de comer, y otro vaso después de terminar de comer, si toma mientras traga, hágalo en pequeños sorbos, no se llene la panza con agua, por que la abuela se enoja, pruebe de acompañar todo esto con una o dos rodajas de pan integral, de sésamo si es posible, con algunas rodajas de queso por-salut o pategrás. Agradezca la comida, siéntase bien, sea feliz por hoy y ya veremos mañana, recuerdelé a alguien que lo quiere y regale una sonrisa aunque esta se vea totalmente forzada. juegue a algo e invente alguna cosa, escriba dos palabras en la agenda para leerlas a fin de año, camine sin zapatos un ratito y haga el amor cada vez que pueda. Coma mieL
Nota: el agua es mejor en invierno tenerla en botella de vidrio y fuera de la heladera, el agua natural en invierno es riquísima, la mas rica del mundo, la heladera le da un gusto a G.A.rbarino que dá asco. Si tiene la mala costumbre de vivir con calefacción encendida, ponga la botella en la ventana. No se pierda el agua fresca.
Las aceitunas siempre son bienvenidas. Y alguna fruta para dentro de una horita no vendría nada mal, un kiwi, o una pera! O una simple y potentísima banana.
Es un buen momento para tomar un mate o un jugo de naranjas que siempre es mejor
una media hora antes de comer, nunca después, por que el acido herrumbra los alimentos, piense en algo lindo, por las dudas. Por que uno anda a las corridas y apenas se distrajo y se la pasa el día sin dedicarle veinte minutos a pensar en algo lindo. Si puso la cantidad de agua exacta, el arroz estará justo antes de quemarse… de no ser así mejor suerte para la próxima, aléjelo del fuego, y apague la hornalla, condimente con sal aceite de oliva y un poco de manteca. córtese un tomatito en rodajas finitas y condiméntelo con orégano, sal y aceite de oliva, pueden venir bien unas nueces peladas o una zanahoria rallada, pero es mejor que si come zanahoria la ralle antes y la deje reposando un rato con sal así queda mas tierna y sabrosa, tómese un vaso de riquísima agua fresca antes de comer, y otro vaso después de terminar de comer, si toma mientras traga, hágalo en pequeños sorbos, no se llene la panza con agua, por que la abuela se enoja, pruebe de acompañar todo esto con una o dos rodajas de pan integral, de sésamo si es posible, con algunas rodajas de queso por-salut o pategrás. Agradezca la comida, siéntase bien, sea feliz por hoy y ya veremos mañana, recuerdelé a alguien que lo quiere y regale una sonrisa aunque esta se vea totalmente forzada. juegue a algo e invente alguna cosa, escriba dos palabras en la agenda para leerlas a fin de año, camine sin zapatos un ratito y haga el amor cada vez que pueda. Coma mieL
Nota: el agua es mejor en invierno tenerla en botella de vidrio y fuera de la heladera, el agua natural en invierno es riquísima, la mas rica del mundo, la heladera le da un gusto a G.A.rbarino que dá asco. Si tiene la mala costumbre de vivir con calefacción encendida, ponga la botella en la ventana. No se pierda el agua fresca.
Las aceitunas siempre son bienvenidas. Y alguna fruta para dentro de una horita no vendría nada mal, un kiwi, o una pera! O una simple y potentísima banana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)